Transformar un postre en una joya como la esmeralda implica otorgarle el valor y el brillo de un tesoro. Este enfoque creativo supera la simple elaboración de postres para forjar una conexión directa entre el sabor y la estética, caracterizada por el uso del té verde. Este ingrediente no solo infunde al pastel con un vibrante matiz verde, sino que también le imparte una sofisticación única.
En su núcleo, el pastel alberga un corazón de cereza, enriquecido con una cremosa ganache de cereza, que juntos tejen una experiencia sensorial rica y matizada. El toque final lo proporcionan los crujientes de crumble de té verde, añadiendo textura y reforzando la temática de la esmeralda, tanto en sabor como en color.
A través de esta creación, el individual se transforma en una experiencia culinaria memorable.